Estudio de caso Schreiner Group GmbH & Co. KG

En la medicina, los productos deben ser completamente seguros

El Schreiner Group, de Oberschleißheim, está especializado en el desarrollo y la producción de etiquetas de funcionamiento innovadoras. La empresa del área de Múnich cuenta, no obstante, con muchos otros productos su porfolio.

Fabrica también, a modo de ejemplo, láminas de membranas de compensación que se aplican al ámbito de la  automoción, en concreto en el compartimento del motor. El producto deja pasar el aire, pero no la suciedad y el agua. La lámina debe ser, al mismo tiempo, resistente al calor. Un auténtico producto de calidad cuya capacidad siempre debe comprobarse: no sólo en la práctica, sino también en el propio laboratorio del departamento de Investigación y Desarrollo del Schreiner Group. Para este ensayo, se cuenta con 20 cámaras de calor BINDER.

El director del equipo de laboratorio, Markus Rübekeil, las calienta a 150 °C para introducir en ellas a continuación la lámina durante varias horas. A continuación se extraen y se introducen durante cinco minutos en una pila de agua fría a dos grados. Toda una prueba de resistencia que se extiende durante diez ciclos. "La cámara de calor puede alcanzar una temperatura elevada, es precisa y funciona de forma continuada. Muchos de nuestros hornos llevan años funcionando", afirma Markus Rübekeil.

Aplicación de las cámaras climáticas

El Schreiner Group es conocido también por el desarrollo de etiquetas especiales para el ámbito de la industria farmacéutica. Las etiquetas de las jeringuillas, por ejemplo, deben poder soportar factores como el calor, el frío o los líquidos. Para demostrar que las etiquetas sin legibles en caso de darse situaciones extremas, el director del equipo de laboratorio utiliza cámaras climáticas BINDER. Los elementos de ensayo, como las etiquetas con una parte de documentación, se almacenan a 40 °C y 85 % h.r. durante un largo periodo de tiempo para demostrar su capacidad de resistencia. "Especialmente en el ámbito de la medicina, los productos deben ser absolutamente fiables, y eso es lo que comprobamos en el laboratorio con nuestras cámaras BINDER", opina el experto. Las etiquetas vienen adicionalmente en un congelador a menos 80 °C. Si los letreros indicadores siguen adheridos tras el almacenamiento, son adecuados para la práctica. Especialmente innovadora es también la etiqueta de  Schreiner, que cuenta al mismo tiempo con un accesorio atrapaagujas. Este producto se fabrica también en la sede principal de Oberschleißheim y se examina in situ periódicamente a través de una cámara climática. Ofrece seguridad a los pacientes en la práctica, cuando deben autoinyectarse.

El colgador para dispositivos de goteo que se encuentra en la etiqueta procede asimismo del Schreiner Group. Este también suele llegar a manos del director del equipo de laboratorio en los ensayos. La parte no tejida de un airbag, una cinta adhesiva sobre la que se encuentra una etiqueta, también se produce en la empresa familiar bávara. Esta parte pequeña pero importante de un airbag debe someterse a ensayos de calor regulares. Son de sobra conocidas las altas temperaturas que se alcanzan en el interior de un coche durante el verano; estas no deberían llevar a la activación del airbag o producir daños en el mismo. Con ayuda de las cámaras de calor BINDER, el producto puede someterse a un calor extremo. Y una vez el material supere este ensayo en una cámara BINDER, será accesible para las personas en la práctica.